
Se jubilará al enfriarse las últimas brasas del próximo campamento. Nos dijo que le faltaba aire en los pulmones, pero no queríamos creerle. El aire en realidad llevaba muchos años sin llenar su pecho. Nos dijo que nos iba a ir dejando, que se iba a ir despidiendo, que se iba a ir cuidando cada vez un poco más. En algún lugar de la tierra encontraría un aire que quisiera llenar sus pulmones.
Va y cumple su letal amenaza… Va y nos deja a nosotros también sin aliento. Echaremos en falta al compañero de inolvidables fatigas en el campamento, sobre todo al hermano ya de tantos años, de demasiadas aventuras. El bandido de él me enseñó lo que es la amistad y ahora me dice que se va mendigar con su compañera inseparable un poco de aire por no sé qué caldeada estepa castellana.
Dios quiera, no sé cuando, no sé dónde, no sé cómo… podamos seguir trabajando unidos al servicio de lo que nos desborda. Podamos darnos juntos a no importa qué humanidad, con un poco más de aire en sus pulmones, con un poco menos de nostalgia y apego en mis adentros.
Cadagua 12 de Julio de 2018