
Gestación subrogada

La Vida coloca diferentes útiles en nuestra mano para calcular nuestra capacidad de amar. La esponja en realidad era la excusa, era para medir su capacidad de devolver también con suavidad y cariño. Vértigo inicial de asir esa esponja, de bañar ese cuerpo.Temía quitar ese camisón. Pidió previamente instrucciones precisas al respecto. Superar un miedo aparentemente nuevo nos libera de bloqueos antiguos.
Es la ternura la que vence a la postre todos los abismos. Deberíamos aprender a confiar más en ella, en este caso ante el abismo del pudor o la vergüenza.
Aporrearemos las puertas de la Vida hasta que empecemos a concluir que todo, incluso lo más duro, lo más incomprensible, lo más difícil de asumir…, también tenía su sentido. Nos revelaremos ante nuestro presente, hasta que concluyamos que hubo otros Presentes, otras encarnaciones, otras vidas en las que no estuvimos tan Presentes, en las que que faltamos a otras Presencias.
Hablaremos de “estafa” hasta que concluyamos que somos los actores, directores y productores de nuestras vidas y por lo tanto no debiéramos, menos a Quien en su infinita generosidad tuvo a bien regalárnosla, arrojar la responsabilidad de cuanto nos acontece.
Hoy simplemente deseamos celebrar ésta, nuestra ancha y sagrada unión.
En la hora del coche bomba, del camión arrollador, de los disparos inconscientes, de la trasnochada guerra santa; en la hora de los despistados tambores de batalla…, estamos firmemente unidos. En la hora en que la Madre Tierra suspira dolorida por todo el daño que le hemos infligido, en su protección y sanación, estamos unidos. En la hora en que comenzamos a abrazar a los Reinos que se nos dio en custodia cuidad y proteger, en la hora en que la piedra, la planta y el animal vuelven a ser nuestros hermanos, estamos unidos. |