Vengan en tropel, cabalgando, todos esos amaneceres sin bombas, todos esos soles sin sangre, todas esas humanidades sin ira… Nuestro aliento sigue detenido, nuestra esperanza en vela, firme, insobornable. ¡Somos Siria, esa misma que hoy que asoma del refugio, se agarra al punto de luz y bendice la Vida!