|
El “no” es a menudo lo más fácil, el “no” que no mancha, ni compromete, ni se responsabiliza de nada; el “no” que permite mantenerse ausente, puro, incontaminado… El problema es hasta dónde iremos con el “no”; hasta cuándo sin sembrar, sin construir, sin decidir, sin conducir…, hasta cuándo sin involucrarnos, sin tomar partido…; hasta cuándo sin salir en apoyo de nada, ni de nadie.
Sí, Beppe Grillo se mantendrá casto y virgen, pero Berlusconi con más alas y más cerca del poder; Italia por su parte sin timón y Bersani sin nadie a quien mirar para sumar apoyos imprescindibles. El “Movimiento Cinco Estrellas” no se manchará, ¿pero que será de la nación sin sus votos imprescindibles para formar gobierno progresista? Nada hermoso ni prometedor nos sugieren los populares cortes de mangas del singular cómico. Nada nos seducen los brazos que repudian. Buscamos los que levantan y reconstruyen.