El movimiento “5 Estrellas” del cómico Beppe Grillo ha logrado posicionarse como tercera fuerza política en la vecina Italia. Observamos en su reducido firmamento astros que brillan radiantes. Otras de sus estrellas se nos antojan menos atrayentes. Bienvenido por su puesto todo el postulado de una democracia más limpia y directa que posibilita el uso adecuado e inteligente de las nuevas tecnologías e Internet. La elección de sus candidatos en estas y otras pasadas elecciones ha sido un ejemplo del que podrían tomar nota los políticos de estos y otros lares. Bienvenida la importante carga verde con que desembarcan en la escena política italiana, bienvenida por supuesto su frescura y originalidad.
Sin embargo habrá que moderar las formas, limar aristas y otras belicosidades; sin embargo en su “eurofobia” no podremos acompañarlos, tampoco en un radicalismo que previene contra toda otra fuerza política. No hay futuro que no pase por la Unión, unión en Europa y en casa, por supuesto en diversidad, por supuesto siempre mejorable. Toda distancia es poca con respecto a Berlusconi, pero la entente con Bersani será vital para poder salir de la honda crisis política en la que se halla la nación hermana.