Gusto de teclear de nuevo tras un verano ausente de la pantalla. Placer de compartir buenas nuevas otra vez aquí, junto a la ventana, junto a estos bosques que ya mudan y anuncian sus cercanos ocres, sus próximos amarillos. Compartir mientras el recuerdo sigue vivo, mientras el invierno no borre lo que tejimos bajo el sol; compartir anchos y luminosos días, combatir el fantasma cercano del frío y su olvido. Si el Cielo nos da alguna facilidad ante las teclas, lo propio es seguir pulsando, seguir dando constancia del pálpito de la vida, de la esperanza insobornable allí donde se geste sobre la tierra. La esperanza es una sola, ya adopte cualquier forma y color, porque el Plan es también uno solo, uno el Esfuerzo y el Trabajo colectivo en sus infinitas manifestaciones, en su más variadas contribuciones.
Seguramente hay más formas de servir a ese Plan Divino de Amor de las que nos imaginamos. El joven nórdico que al anochecer cabalga las olas en la playa desierta de Zarautz en una comunión absoluta con el océano infinito y en la danza sobre su hábil plancha agradece silente…; el grupo que se abraza al amanecer al abrigo de las altas cumbres pirenáicas, colmado de gozo por la fraternidad estrecha que lo une con todo… ; el chef de cocina que rehoga feliz buenas dosis de salud y nueva vida en las anchas cazuelas de su centro en Saint Gaudens…; la joven de Milán (ver imagen) que agarra con tanta fuerza como cariño al joven Down que tiene a su custodia en Lourdes…, participan seguramente de la misma conspiración del Amor sobre la tierra. Algo de todo ello pudimos testificar a lo largo de todo este intenso verano, algo de ello, concretamente de las experiencias en “Cuisine et Santé” y Lourdes, deseo, siquiera someramente, reportar ahora.Encontramos al grano y su universo entero y su filosofía de vida plena en Francia, a los pies del Pirineo central. Encontramos el grano y su cocina simple, sabrosa y natural y lo masticamos bien y lo deglutimos y lo disfrutamos. Junto al fuego, siempre vivo de las cocinas, gentes diferentes; al cortar las verduras con delicadez y nueva lógica, diferentes idiomas; al caer la tarde, enseñanzas de esas que se quedan para siempre, de ésas que piensas cuánto han tardado…

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